Jugando con los abuelitos
Por Luis Bruschtein
Por Luis Bruschtein
Se ganó pero no se festejó. Nadie festejó el 82 por ciento móvil para las jubilaciones pese a que ha sido, desde que cualquiera era chico, la reivindicación histórica de las diferentes generaciones de jubilados que se sucedieron desde hace 50 años por lo menos. Pero no hubo festejo. Y lo más sospechoso de todo: ni siquiera hubo discusión ni movilización previa. Simplemente se sacó el número del cajón de los recuerdos y se tiró a la discusión. No hubo festejo, pero sí mucha desconfianza. Quizá porque lo aprobaron los que siempre fueron mala noticia para los jubilados. Si lo aprobaron ellos, alguna trampa habrá. Por supuesto, ése fue el argumento más eficaz del oficialismo. Eficaz, porque tenía un fuerte sustento en la memoria de los movimientos sociales. Un registro claro del más reciente descuento del 13 por ciento. Y un largo archivo de manoseos y maltratos por parte del menemismo, de
Nadie puede estar en desacuerdo con el 82 por ciento como aspiración. Uno quisiera más también y pensar a los ancianos, a nuestros padres y a nosotros mismos también en el futuro, con un pasar sin necesidades, bajo un techo digno, en un ámbito de paz y con todas las comodidades posibles. Es una hermosa expresión de deseos para la que el 82 por ciento se queda corto. ¿Por qué no es el ciento por ciento? ¿O el 120 por ciento? ¿O el 82,142466? Se aspira a un sistema que pueda contener a los ancianos y a los niños. ¿Cuánto vale eso?
El 82 es una cifra mágica usada en esa calidad para una operación mediática. En la actualidad, la jubilación mínima es el 74 por ciento del salario mínimo. El 82 es más que el 74, pero menos que el ciento por ciento. La magia es más que el deseo, que a su vez es más que el máximo posible, que a su vez es más de lo que está dispuesto a ceder el poder económico. Pero en esa escala, la expresión de deseos y lo mágico obtienen mucho menos que lo máximo posible y lo que está dispuesto a ceder el poder económico, o sea, nada.
El 82 por ciento es un número mágico que nadie explicó, lo que puso de manifiesto el bajo nivel del debate parlamentario. Nadie dijo de dónde salió ese porcentaje. Se habla de un momento histórico, pero la jubilación es ahora y no es historia. Y no lo dicen, porque a los que impulsaron esa propuesta, en realidad es a los que menos les ha importado.
Se supone que se llega a un número haciendo una cuenta. Es lo que se enseña en la escuela. La cuenta del 82 no la conoce nadie. Seguramente en la época que se estableció esa cifra alguien hizo una cuenta, relacionó los fondos que entraban con los que salían y no aceptó rebajar nada. Y salió el famoso 82. Hace 50 años. Si ahora, después de todo ese tiempo, el resultado es el mismo, o sea 82, es de suponer que la relación entre lo que entra y lo que sale es la misma y además debe tener también una fórmula de sustentabilidad, en el sentido de que esa diferencia se pueda mantener en el tiempo aunque vayan variando las cantidades de aportantes y de beneficiarios.
Era un debate sobre números y cantidades, pero nadie hizo ninguna cuenta aunque se formularon muchas expresiones de deseo. Y salió el número mágico del 82 por ciento. Lo misterioso del debate fue que nadie hiciera una cuenta y que además se pensara que el 82 por ciento es una especie de máximo paraíso para los jubilados con el peso de una fatalidad cabalística. Como nadie especificó fuentes de financiamiento, el 82 por ciento no deja de ser más que una expresión de deseos. Y como expresión de deseos, el 82 por ciento es poco.
El debate fue una estafa. Como ha sido también su conclusión. Puede resultar peligroso en política hacer demagogia tan burda con los ancianos o con los niños. La sociedad no está tan atontada como para no distinguir las buenas intenciones equivocadas, de las malas intenciones que quieren aprovecharse de las buenas causas.
Todo hubiera sido más creíble si hubieran abierto el debate, si hubieran movilizado para presionar o defender su aprobación, si hubieran escrito artículos en los medios y difundido sus posiciones para fortalecer en la sociedad un espacio que fuera irreversible. Pero lo que importaba de la discusión estaba dado por los titulares de los medios: “La oposición espera propinar una nueva derrota al Gobierno”. En los titulares tampoco se hablaba de los jubilados. Convirtieron lo que debería ser un gran tema en una operación política de bajísimo nivel.
Fue un planteo hipócrita donde la mayoría de los que impulsaron ahora el 82 por ciento en realidad no están de acuerdo. Algunos porque han estado siempre en contra y lo demostraron cuando ellos mismos fueron gobierno, macristas y radicales y peronistas de derecha que nunca lo aplicarían en caso de volver al Ejecutivo. El único cálculo fue desgastar al oficialismo. Y los de centroizquierda, que los siguieron de furgón de cola, los socialistas y el GEN, fueron arrastrados con la misma facilidad que cuando estaban en
Como el dictamen que tuvo la media sanción en Diputados incluye los fallos de
Proyecto Sur y Nuevo Encuentro plantearon el 82 por ciento móvil para las jubilaciones mínimas, que ahora están en el 74 por ciento. Y que el costo extra fuera financiado con la reposición de los aportes patronales a los que el ex ministro de Economía Domingo Cavallo había disminuido a la mitad. Ninguno de estos dos proyectos llegó a discutirse. Y el centroizquierda que respaldaba estas propuestas se dividió en tres. El GEN y los socialistas dieron quórum y votaron el proyecto del centroderecha. Proyecto Sur dio quórum para que salga el proyecto del centroderecha, pero no lo votó. Y Nuevo Encuentro fue el más consecuente porque presentó su proyecto y no abrió ningún juego con el centroderecha.
Tal como fue presentada la propuesta que logró la media sanción, en lo que menos piensa es en los jubilados. Tiene un horizonte de tres posibilidades: que sea rechazada en el Senado, que sea vetada por
Fuente; http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-151763.html
esta es la mierda con la que tiene que lidiar nuestra querida Presidenta
ResponderEliminarse agradecería a los que nos envían sus comentarios que mencionen sus identidades ... mas allá de que sus opiniones sean favorables o contrarias... tambien para que las podamos difundir .... recuerden que como medio de prensa alternativa dentro del proyecto nacional en San Luis -aun con nuestras limitaciones- no nos interesa administrar "listas negras" como acostumbran los demás medios dentro del feudo... solo nos interesa “difundir todo, de todos y a todos” por supuesto en un marco de mutuo respesto y codigos eticos ... nuestro objetivo es también ir instalando nuevas voces ..y sobre todo de viejos compañeros y militantes que se quieran expresar ....
ResponderEliminarun abrazo a todos los que nos siguen ..... "la jaboneria"